Esta semana hemos tenido en clase la visita de Tortu, la mascota de Fátima. Como ya supondréis por el nombre, Tortu es una tortuga. Aunque esta vez fue diferente a las otras dos porque Tortu tiene 5 años, por lo que su tamaño es grande, diferente a las que hemos visto en clase hasta ahora.
Fátima nos contó que Tortu vive en la terraza, y que puede estar en agua y en tierra. Se alimenta de gambas. La quiere mucho y le encanta estar con ella.
Como Tortu tiene un tamaño grandecito, la soltamos en la alfombra de las asambleas para que todos la viésemos andando. Una vez que paseó, Fátima la fue enseñando por cada uno de los grupos de clase. Esto nos permitió comprobar lo duro que tiene el caparazón y su forma, teniendo en la parte superior tres picos. También, al acariciarla y cogerla vimos y sentimos las uñas tan afiladas que tiene.
Para que Tortu sobreviviese al día con nosotros, y por lo tanto al ruido que generamos, expliqué la importancia de nuestros sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto.
Hablamos acerca de que nosotros los humanos tenemos estos sentidos desarrollados más o menos al mismo nivel, pero que en los animales no es así. Pusimos como ejemplo al tiburón, llegandos a la conclusión de que su sentido más desarrollado era el olfato (como dijo Manuel), pues es capaz de oler una gotita de sangre a muchíííísima distancia (nos acordamos de "Buscando a Nemo" y de los vídeos que nos puso el biólogo). También nos acordamos del águila, que para cazar necesita una vista privilegiada pues al volar tan alto la necesita (como bien dijo Hugo).
Así llegamos a la conclusión de que Tortu debía tener el oído muy desarrollado por lo que teníamos que intentar hablar sin chillar y no montar escándalo.
Tortu finalmente sobrevivió y se fue muy feliz a su casa.
Muchas gracias a Fátima y a su padre Rogelio por traerla a clase.